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La Iglesia, siempre estuvo acompañando a las altas esferas. Siempre supo situarse en el lugar que más beneficios podía darle.Desde tiempos prehistóricos, los religiosos supieron estar al lado del poder, pero lo descarado de esta acción empezó a aparecer en la Edad Media, con la Iglesia Católica.El arte románico, estaba básicamente relacionado con la Iglesia, siendo uno de los pilares fundamentales en la Europa feudal.La iglesia, siempre jugaba y chantajeaba con el mismo as: La excomunión.Con esa insuperable baza, tenían bajo su poder y capricho desde el campesino, hasta el noble o rey.La iglesia, como institución de gran riqueza, era costeada gracias a los innumerables feudos pertenecientes a obispos y abades, quienes cobraban el diezmo a sus vasallos–impuesto para mantener al clero-. Esos abades y obispos eran nombrados por el papa de Roma, tras el Concordato de Works en 1122.Otro claro ejemplo de la hipocresía de la iglesia, vino dado por las Cruzas.El Papa Urbano II, ansioso de nuevas tierras y riquezas y demostrar su poder y hegemonía en Europa ante monarcas y pueblo, y bajo el pretexto de “liberar tierra santa de los infieles”, mando a sus vasallos contra los turcos en Jerusalén, prometiendo así el perdón de todos los pecados y la salvación a todos los que en ellas participaran, y tierras en oriente. Siendo estas Cruzadas (desde 1096 hasta 1291) auténticos fracasos, debido a la desorganización, hambre, enfermedades y poder de los turcos.El despotismo de la Iglesia, también se observa en el caso de Gregorio VII, Gregorio Magno; quien se llamó Obispo universal, con derecho a decidir sobre todos los temas, juzgar a todos, pero no ser juzgado por nadie. Él sería la cabeza indiscutible de la iglesia.La iglesia, en vez de dar a los pobres, les pedía, como en el caso de las construcciones de catedrales, acción que exaspero de tal modo al monje agustino Martín Lucero (1483-1546), que creó una nueva religión, el Protestantismo, tras enterarse de que la Iglesia había empezado con la venta de indulgencias masivas, para la temprana finalización de la Basílica de San Pedro; y otro sinfín de acusaciones hacia la iglesia, en las que se decía que el poder papal, iba en contra de los principios del evangelio.Aunque el caso más penoso y triste, de la fuerza de la iglesia vino dado en el siglo XIII, con la creación del Tribunal de la Santa Inquisición, que llegó a España en el siglo XIV, con el reinado de los reyes Católicos.Poco a poco, tras el levantamiento de los Reformistas y la llamada Ilustración, Europa fue liberándose de la influencia de la Iglesia en las altas esferas.Este no fue el caso de España, quien acostumbrada a monarquías como la de los Austrias (grandes devotas de la cristiandad), luchó por mantener el poder y fuerza de la Iglesia católica.Tras la muerte del último Austria, Carlos II, la nueva monarquía de los Borbones, prometía grandes cambios Ilustrados, pero acabaron cediendo y manteniendo a la Iglesia en las altas decisiones, llegando hasta nuestros días, esta influencia católica.
Original de: Eduardo G. Igualada
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